viernes, abril 27, 2007



1 X 1 ... Así de fácil

Cho Seung-Hui, de 23 años, estudiante de la Universidad de Virginia Tech, nacido en Corea del Sur, el día lunes 16 de abril tuvo su día de furia.

Así, partiendo por el maldito que encendió la llama y bajo un par de horas de impunidad que cubrían sus seguros pasos, se dirigió hacia el salón de clases, y ahí estaban… uno a uno a quienes venía a buscar.

El gatillo se aprieta seguro contra el primero…. Este es por tu absurda riqueza.

El segundo por la barbárica discriminación. El tercero es por cobarde, por saltar la ventana cuando esto se estaba poniendo bueno. El profesor, bonus track, otro lacayo de la opulencia….

Así el demente seguía avanzando en el profundo miedo de la eterna persecución, delirando por un amor, argumentándolo con la equidad social y tomando la justicia a través de sus manos.

¿Y quién lo puede entender? ¿Cómo es posible que por ser parte de una anticuada constitución, no puedan modificar lo que a todas luces provoca muertes injustificadas y degradadoras para la sociedad Norteamericana?

Y quienes somos nosotros para criticar esta sociedad…. Gozamos de una constitución rancia por la sangre que tapó y cancerígena por lo inamovible que Guzmán la dejó. Con una educación discriminadora y la repartición de los bienes nacionales de la manera más desigual.

Copiamos una ley de drogas que emula una restricción Norteamericana (marihuana tax act.) que nació por un aprovechamiento económico de un sector papelero, fundamentada con el racismo más puro y la odiosidad de la sociedad gringa generada por los medios de comunicación, intrínsicamente involucrados con esta ley.

Observamos como el compadrazgo político hace que nuestros gobernantes vayan más lento y la oposición, de manera eficaz, les garantiza seguir en el poder.

Es impresionante como con sus constantes pataletas de políticos de segunda mano, chillones y muchas veces rayando el patetismo, les dan credibilidad y seriedad a un gobierno y a una coalición fragmentada y absurda, que no es capaz de reunirse en bloque a solucionar sus asuntos, y votan en contra de proyectos que su mismo bloque levantaba (de forma lamentable, ya que era unos de los pilares de la campaña presidencial, provocando otro tambaleo constante a su ya aporreada presidenta).

Presidenta, déjeme decirle que la están traicionando, su coalición se cierra en pos de mantener un futuro gobierno y no el proyecto país que Ud. imaginaba, y que espero, haya sido de corazón.

La están saboteando: Sus amigos presionaron para que apurara el transantiago para no dar ventajas políticas en las municipales, el costo político lo pagaría Usted., ellos les aseguraron que no había problemas de Tsunami y cuando queda la cagada en el sur reculan para que su pecho reciba las balas, son esos mismos que se cagaron de la risa en su cara en el simulacro porteño (Valparaíso).

Ellos, sus correligionarios. Los que se presentan en convenciones en una descarada carrera presidencial en la mitad de su gobierno tan mentirosa y obvia, que la desplazan hacia las municipales. Los crápulas que ansían revolcarse en la deliciosa impunidad y enriquecimiento que involucra gobernar.

Ellos, que uno a uno le dieron la mano sabiendo que algún momento, y a pesar de ser parásitos del Estado, se la iban a tener que morder. Pero que importa si en el fondo usted sabe que es uno de ellos.

Su peor enemigo es Belisario Belasco, quién quizás afectado ya de un grado senil, se ha mandado lejos las peores declaraciones que un Ministro del Interior podría haber realizado, y no solo en lo del terremoto en Pto. Aisén, sino que en numerosas intervenciones públicas, incluso algunas despertaron dudas respecto de la integridad de los comentarios, por encontrarse vinculado con la encargada de comunicaciones de una de las empresas causantes la explosión en Valparaíso.

Imagínese que la mejor mano se la dio Pinochet, que con su muerte terminó de cierta forma un largo luto para un millar de familias, ayudando a los chilenos a dar un paso hacia delante y pensar en un futuro mejor.

Sin embargo en el congreso “Huele a azufre”, como dijo el pintoresco Hugo Chávez, o más bien a podrido, como una ordenada bandeja de huevos pasados, algunos por el tiempo, otros por contagio y el resto… siempre estuvo putrefacto, emanando el fuerte hedor de los que saben donde caer muerto.

Y así tal vez se los vio Cho Seung-Hui, sentados y alineados, y uno por uno los fue eliminando…

uno por uno los cuerpos cayeron…

responsables solo de estar ahí en ese momento….

Representando la ira de toda una aplastada generación que ni el dinero, ni la educación ni la lógica humana y salud mental pudo contener.

Simplemente un día de furia que cualquiera puede tener.

¿No?